Excursión Congost del Mont-Rebei – Lleida

En esta zona de naturaleza se pueden realizar muchas excursiones, nosotros nos decantamos por la «básica» o imprescindible que sigue el camino GR-1, para así poder conocer el todo el Congost del Mont-Rebei.

Empezamos la excursión desde el aparcamiento de La Masieta. Para llegar hay que dirigirse al pueblo de Puente de Montaña y justo antes de llegar girar a la derecha y posteriormente a la derecha por un camino de asfaltado antiguo. Después de unos 10 minutos en esa carretera se llega al aparcamiento de La Masieta, donde se debe abonar 4 € por coche. Este aparcamiento permite la entrada de 100 coches, nosotros llegamos sobre las 10.30 y tuvimos que aparcar en la zona C, la última habilitada, así que te aconsejo llegar pronto. Según nos dijo un amigo pasado este parking hay una zona en la que no se paga, pero no te lo puedo asegurar porque nosotros no fuimos.

Empezamos el camino siguiendo las señalización de la ruta GR-1. A nuestra derecha, al otro lado del río y a cierta altura se pueden ver dos construcciones, la ermita románica de la Mare de Déu del Congost y el castillo de los Moros.

 

El camino es llano y sigue la orilla del Noguera Ribagorzana, en esta parte del recorrido todo son risas a pesar del calor que sube del suelo. Continuamos subiendo un pequeño camino rocoso que nos lleva hasta el puente del barranco de Sant Jaume. Seguimos por un sendero algo más estrecho y en unos 15 minutos llegamos al desfiladero de Mont-Rebei, un lugar precioso que impresiona desde el principio.

El desfiladero tiene a la derecha una caída que oscila entre los 40 y 60 metros y la anchura del camino va de 0,6m y 1,5m, suficiente para avanzar pero mejor de forma individual, el desfiladero tiene instalados unos pasamanos para dar más seguridad.

A mitad del sendero hay un pequeño túnel con una pequeña terraza donde poder apreciar el barranco y sus preciosas aguas turquesas.

Continuamos el camino hasta acabar el desfiladero, aquí hubiese sido un buen momento para acabar la excursión pero decidimos continuar hasta el puente. Continuamos el sendero que de nuevo cambiaba, a partir de aquí empieza el descenso por unas escaleras bastante irregulares hasta llegar al puente.

Éste es el puente colgante de Montfalcó, que comunica Montsec d’Ares (Catalunya) con Montsec d’Estall (Aragón) y de nuevo hubiese sido un buen lugar para acabar el recorrido porque al cruzar el puente vimos gente que bajaba arrastrando el culo por aquella empinada cuesta de piedra resbaladiza, y le preguntamos a una señora ¿queda mucho para las pasarelas de madera (uno de los atractivos del lugar)? Y nos dijo un si rotundo, pero aun así, siendo aproximadamente las 13 horas de un 14 de agosto a una temperatura superior a 36 grados y con poca agua, decidimos subir.

Íbamos a paso lento, muy lento, pero nadie nos adelantaba, los que subíamos íbamos preguntando a los que bajaban ¿queda mucho para las pasarelas de madera? Y fuese donde fuese del tramo infernal ellos iban diciendo 10 minutos, continuamos hasta que las vimos en la distancia, y a unos 100 metros decidimos dar por finalizado el recorrido, Joan, de nuestro grupo, decidió ir, y nos dijo que era un lugar que estaba bien e impresionaba, pero el resto estábamos demasiado cansados para llegar. Así que descansamos bajo un árbol, y volvimos sobre nuestros pasos hacia el aparcamiento de la Masieta.

Como te he dicho hacia mucho calor e íbamos escasos de agua, por lo que la vuelta se hizo larga y cansada. Nuestras conversaciones iban desde que bien que nos entraría ahora una Coca Cola fresquita a que buenos están los Calipos, pasando porque en Japón comimos unos helados de hielo que refrescaban mucho y acabando por recordar que en el coche nos esperaba 1,5 litros de agua. Durante la vuelta nos íbamos encontrando gente en nuestra misma situación, incluso alguna persona tumbada con golpes de calor.

 

 

Te puedo decir que ha sido el lugar en el que he pasado más calor en toda mi vida, y eso que he estado en lugares como Death Valley, Las Vegas o Japón conocidos por ser lugares donde hace un calor insoportable.

Como anécdota te diré que al salir del Congost del Mont-Rebei nuestro destino era Tremp donde teníamos reservado el hotel (MI HOTEL EN TREMP – HOTEL ALEGRET), pero antes paramos en un super y compramos 12 botellas de 1,5 litros para los 4, no lo hicimos pensándolo, si no que surgió, yo creo que esa sed nos había afectado psicológicamente y nuestro subconsciente nos hizo comprar el agua en previsión.

Consejos para visitar el Congost del Mont-Rebei

• Una vez vivida mi experiencia no visitaría el Congost del Mont Rebei en los meses de más calor. No sé porque no sospeché nada cuando en el trabajo dije que iba a ir y me dijeron: ah, esa zona es el horno de Catalunya. Una vez finalizada la excursión, y más tarde de las 17 horas, el coche marcaba una temperatura de 36,5 grados.