Nuestro primer día en Viena lo dedicamos a conocer todos los lugares que se encontraban en el centro de la ciudad (QUÉ VER EN VIENA EN UN DÍA), así que nuestra segunda jornada en Viena nos alejamos un poco del centro para pasar un día conociendo algunos palacios de Viena, que no son pocos y otras visitas en las que teníamos que movernos en transporte público.
Un día en los palacios de Viena
Palacio de Schönbrunn
Este palacio era la residencia de verano de Sisi Emperatriz. En su interior hay más de 40 habitaciones de estilo rococó. Entre las estancias más importantes se encuentra la Gran Galería utilizada para celebrar banquetes imperiales, el Salón Chico Circular utilizado por Maria Teresa para mantener conversaciones privadas con su canciller, el Salón del Desayuno, utilizado para ese fin y el Salón Chino Azul, donde abdicó Carlos I en el año 1918. Aunque lo que más impresiona del Palacio de Schönbrunn son sus enormes y cuidados jardines
Nosotros nos dedicamos a pasear por los jardines, y aunque estaban un poco secos por ser mediados de marzo la estampa del palacio amarillo y aquellos enormes jardines fue muy bonita.
- Horario: de abril a junio de 8:30 a 17 horas, los meses de julio y agosto de 8:30 a 18 horas, de septiembre a octubre de 8:30 a 17 horas y de noviembre a marzo de 8:30 a 16:30 horas.
- Entrada: 11,50€ con audioguía el Grand Tour. También puedes reservar un Tour por el Palacio Schönbrunn y la Cripta Imperial o solo una Visita guiada por el Palacio Schönbrunn.
- Cómo llegar: en el metro U4 o en tranvía, está a 8 kilómetros del centro de la ciudad.
Hundertwasserhaus
Nuestra siguiente visita fue el impronunciable Hundertwassehaus, un complejo residencial de curiosa arquitectura. Fue construido entre 1983 y 1986 por Friedensreich Hundertwasser (de ahí el nombre) un artista austriaco que mucha gente considera que tiene parecido con Gaudí.
La arquitectura de estos edificios se caracterizan por los colores, la ondulación del suelo y que en el interior de las habitaciones crecen árboles, cuyas ramas asoman por la ventana.
Nos encontramos la zona con muchos turistas, de los lugares donde más complicado fue hacer unas fotos de toda Viena.
El Prater
Seguimos la ruta hasta el Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo. El parque es de 1895 y aún conserva algunas de las atracciones de aquella época, como la Noria Gigante de 60 metros.
También hay otras atracciones interesantes como el tren fantasma, algún tiovivo y también muchos bares donde comer a buen precio.
Pasamos un buen rato paseando entre las atracciones, eran muy chulas, además hacia buen tiempo y había mucho ambiente familiar.
- Entrada: La entrada es gratuita y pagas por las atracciones en las que te subas.
- Horario: Del 15 de marzo al 31 de octubre, todos los días desde las 10:00 hasta la 1:00.
Palacio Belvedere
Seguimos con nuestro día en los palacios de Viena conociendo el Palacio Belvedere, que en realidad son tres palacios: Alto Belvedere, Bajo Belvedere y La Orangery.
- En el Alto Belvedere se encuentra la famosa pintura El Beso de Gustav Klimt.
- El Bajo Belvedere es de menor tamaño y con una fachada menos llamativa. Dentro de este edificio encontrarás una exposición de arte barroco austriaco.
- La Orangery es un elegante edificio utilizado como invernadero y que alberga diferentes exposiciones temporales.
Este palacio perteneció al príncipe Eugenio de Saboya, un general amante del arte.
Nosotros lo visitamos para conocer sus jardines construidos en tres niveles y con grandes fuentes, nos encantaron. Nos hubiese gustado conocer la obra de El Beso, pero el precio de la entrada al Palacio Belvedere me pareció excesiva (16 euros en 2019). Si te interesa puedes hacer una Visita guiada por el Palacio Belvedere.
Catedral de San Esteban (Stephansdom) y Stephansplatz
Visitamos la catedral la tarde-noche anterior (QUÉ VER EN VIENA EN UN DÍA), pero no pudimos subir a las torres. Así que, antes de irnos de Viena volvimos al centro para subir.
Existen dos torres, una que se accede por el exterior de la catedral, y que no recomendamos porque se sube por escaleras y las vistas no son tan bonitas (nos lo dijeron en la taquilla directamente), y otra torre que se accede por el interior de la catedral en ascensor y desde donde se tiene una bonita vista de los 250.000 azulejos de colores del tejado de la catedral (restaurados tras la 2ª Guerra Mundial), y de Viena en general desde el cielo.
Esta fue nuestra última visita de este día por los palacios de Viena, tras esto recogimos el equipaje de nuestro hotel (MI HOTEL EN VIENA – HOTEL DAS TIGRA) y nos fuimos al aeropuerto a tomar el vuelo de vuelta a Barcelona (COMO IR DEL AEROPUERTO DE VIENA AL CENTRO). Estos dos días en Viena son una escapada muy recomendable.
¿Quieres organizar tu viaje a Viena?