Cuando decidimos ir a Milán uno de los motivos principales era visitar La Última Cena de Leonardo da Vinci.
Así que lo primero que hice fue comprar los pasajes de avión y acto seguido entrar en la página web del Cenacolo Vinciano para comprar las entradas a la Última Cena cuando… OMG! ya no quedan entradas para ninguno de los días en los que estaremos en Milán!!
Podría haberlo hecho al revés, comprar las entradas y posteriormente el vuelo, pero no sabía que se acaban con tanta antelación. Así que, como soy una persona muy práctica, empecé a mirar por diferentes blogs y páginas webs si había otra manera de visitar La Última Cena de Leonardo da Vinci y encontré dos posibilidades: comprar una excursión con una agencia de viajes, como por ejemplo esta que también hace un circuito por Milán Visita de Milán + La Última Cena (de precio más elevado pero te asegurabas que entrabas) o ir directamente a la iglesia de la Santa Maria delle Grazie e intentar comprarlas directamente allí.

Mi decisión fue ir directamente a la Iglesia de Santa Maria delle Grazie. Por lo tanto, recién llegados del aeropuerto nos plantamos en la iglesia y con cara de penita le pregunté a la señora de taquilla: ‘¿tenéis entradas para La Ultima Cena?’ y ella también bastante triste me dice: ‘si, pero para las 18 horas’, mi cara cambió totalmente hacia la alegría extrema, compré las entradas y me fui a conocer el resto de la ciudad antes de volver a las 6 de la tarde para visitar esta magnífica obra de arte.
Respecto a la visita, tal como os decía en el post Fin de semana en Milán fue emocionante contemplar tranquilamente la obra maestra de Leonardo Da Vinci siglos después y en el sitio donde él la pintó. Eramos muy poquitos y tuvimos tiempo de sentarnos y meditar sobre el lugar histórico donde estábamos.

De manera que, si no conseguís las entradas on-line todavía te queda la posibilidad de comprarlas allí mismo, y si no hay suerte pues comprarlas con un tour. Suerte!
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